14 de junio de 2014

No es la desventaja

- ¿Qué crees que serán, Ignis o Aqua?
- ¿Qué?
- Nuestros hijos, si crees que serán Ignis o Aqua.
- Por los Cuatro, Shander, ¿crees que es momento para ponerse a hablar de eso?
- Es un momento como cualquier otro.

Los dos chicos estaban espalda con espalda y rodeados por otros seis chicos algo mayores que ellos. Algunos estaban armados, uno de ellos llevaba una ancha cadena que brillaba con rayos, otro blandía con una mano una brillante espada larga, de dos manos. Dos de ellos, colocados a cada lado, los miraban fijamente y frente a ella, frente a Lyenna, estaba él. Shyron.

- Pero, ¿en serio es el mejor momento para pensar en eso? – preguntó Lyenna, incrédula.
- Mejor pensar en eso que en los movimientos que vas a realizar.

Shander no era, sin lugar a dudas, el más inteligente de los cuatro, ni siquiera se le acercaba al resto. Era impulsivo y solía actuar de malas formas, pero en las batallas no había nadie que le superase. Parecía tener un don para saber la situación de una pelea en cada momento. Se había dado cuenta que esos dos chicos que los miraban fijamente eran Menthus, por lo que podían leerles la mente. Lyenna no lo entendió hasta esas palabras del chico.

- Entonces, ¿empezamos? – preguntó ella, haciendo que Shander sonriese.
- Vamos allá. – las sombras les estaban rodeando dejándolos en un círculo en el que apenas era posible ver más allá de cinco metros de donde se encontraban, pero el ataque de Shander hizo que éstas se disipasen en un momento.

El calor del ambiente se acrecentó en un momento, Shander se crecía en ese ambiente y, aunque a Lyenna solía debilitarla, se estaba empezando a acostumbrar al calor de Shander.

El hombre de la cadena fue el primero en actuar. La lanzó hacia Lyenna y la rodeó por el brazo, canalizando su poder a través del arma. Un grito desgarrador salió de la garganta de la chica y contraatacó lanzando una flecha de hielo de su mano hacia el hombre, rasgándole parte del pómulo.

Shander actuó rápido; Agarrando a Lyenna de la cintura le dio la vuelta, haciendo que ésta diese un tirón a la cadena y que el Elektro se desequilibrase. Aprovechó ese momento para darle una patada en el pecho al hombre, lanzándolo al suelo.

Shyron veía todo sin moverse, con los dos Menthus uno a cada lado de él. Con un movimiento de cabeza indicó al hombre de la espada que se moviese, lanzando éste una estocada que rasgó la camiseta que Lyenna llevaba.

- ¡Eh! – exclamó Shander – Que el único que puede ver el ombligo de Lyenna soy yo. ¿No te vale con ver el mío? – Shander siempre iba sin camiseta, cosa que molestaba a Lyenna. Y le gustaba.

Se abalanzó sobre él evitando los ataques de la espada con movimientos rápidos. Echó la cabeza hacia atrás para evitar uno de los ataques y después saltó para evitar un ataque bajo. Un puñetazo acertó justo en la boca de Shander y le hizo caer al suelo. Putos invocadores, pensó, me he tenido que encontrar con el único capaz de pelear con algo que no sea su arma.

A su vez, Lyenna atacaba al hombre de la cadena, una vez que había sido desarmado. La chica estaba usando la misma estrategia que había usado él contra ella y hbaía cubierto de hielo la cadena, lanzando fuertes golpes contra su rival, como si fuese un látigo. El chico era ágil y los evitaba rodando en el suelo, finalmente rodó hacia atrás y se puso en pie de la misma.

- ¿Es todo lo que sabes hacer? – le provocó.
- Esa provocación es lamentable. – le contestó ella, que estaba más que acostumbrada a las provocaciones debido al entrenamiento con Shander, era otra de las cosas que él le había enseñado.

Lanzó otro ataque contra él, pero esta vez el chico pudo agarrar la cadena. Shander dio un vistazo hacia atrás y sonrió.

- Lyenna, – llamó su atención. - ¡Ahora!

Lyenna tiró de la cadena helada con todas sus fuerzas, moviéndose a un lado para que el chico pasase por donde ella estaba. En ese mismo instante el de la espada estaba lanzando una estocada con la espada recta hacia Shander, que se giró con agilidad para agarrarle por los brazos y dejarla tensa en el momento que el chico de la cadena caía hacia ellos, clavándose irremediablemente la espada en mitad del pecho.

Shander dio un codazo en los brazos del hombre, haciendo que soltase la espada y el otro cayó al suelo. Rodeó su puño en fuego y lanzó un puñetazo a la boca del estómago, después otro a su pómulo con la otra mano, para terminar de tirarle al suelo con un derechazo en su mandíbula.

Los dos se pusieron delante de Shyron y los otros tres chicos que aún quedaban en pie.

- ¿Quieres más o has tenido suficiente? – le preguntó Shander con una sonrisa en los labios. Disfrutaba de estas cosas, pero disfrutaría más si mataba a Shyron.

1 comentario:

  1. ¿Y lo dejas así, perro? No pongo nada más fuerte que te me asustas pero no puedes dejarlo así. Espero que subas otro cap pronto porque me vas a tener mordiéndome las uñas hasta entonces.

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