2 de mayo de 2013

La Magia del Destino - Parte II (Roxanne Hastings)



El ruido de los coches y la gente que paseaba por la calle es lo primero que escuchó Roxanne al despertar. Se acercó a la ventana y suspiró al ver que, un día más, estaba lloviendo sobre la ciudad de Londres. Se acercó a su tocador y se sentó en la silla que tenía frente a éste en su habitación. Bostezó y pestañeó con cansancio mientras peinaba su largo y negro cabello. Le cansaba tener que hacer eso cada día, tener que hacer las cosas con sus propias manos y tardando mucho tiempo cuando sus padres podrían ayudarle a hacerlo con un simple movimiento de varita. Roxanne tenía diez años recién cumplidos, pero aún así poseía una mente muy despierta. Era una chica a la que le gustaba saber las cosas, investigar y dudar de todo. No entendía por qué sus padres no se ayudaban de la magia a la hora de realizar sus tareas domésticas diarias y prefieren hacer las cosas con sus propias manos como si fuesen simples muggles. Roxanne pensaba que hacerlo de ese modo era todo desventajas, puesto que tardaba más y conllevaba mayor esfuerzo.

Terminó de peinarse y arreglarse antes de salir de su habitación hacia el comedor. En éste estaba su familia reunida alrededor de la mesa. En ella había unas tostadas y una jarra con zumo de naranja, el desayuno que solía realizar su madre. Se sentó en la mesa y cogió una de las tostadas untándole mermelada.

- Buenos días, princesa – le saludó Sean, su padre. Roxanne le respondió con un mero movimiento de cabeza. Nunca se había llevado demasiado bien con su padre, puesto que era él quien prohibía el uso de la magia en casa.
- ¿Dónde está mamá? – preguntó Roxanne al no ver a su madre con ellos. Solían desayunar juntos y además ese día iban a ir ellas dos juntas a comprar ropa antes de ir a King’s Cross.
- No ha dormido en casa. Llamó anoche diciendo que tenía mucho trabajo y que se reuniría con nosotros en la estación.

Roxanne se enfadó y se levantó de su asiento dejando el desayuno a medio comer y dejando a su padre y su hermano en la mesa del comedor. No era la primera vez que su madre le fallaba de ese modo, aunque no le sorprendía en absoluto que no quisiese estar en casa, a ella también le gustaría pasar menos tiempo con Sean.

Un cuarto de hora después Andrew, su hermano, llamó a la puerta de la habitación y directamente entró sin esperar a que su hermana le diese permiso. Ella se quedó mirando por la ventana y sin mirarle cuando entró.

- ¿Qué te pasa, Roxy? – le preguntó con preocupación.
- Te he dicho mil veces que no me llames así, me llamo Roxanne. – respondió ella con tono beligerante y sin siquiera girarse para mirarle.
- Vale, Roxanne, ¿qué es lo que te pasa? – Andrew se sentó a los pies de la cama de su hermana para intentar hablar con ella. Siempre había intentado llevarse bien con ella, pero Roxanne consideraba que Andrew era aliado de Sean, por lo que solía tratarle con una actitud bastante hostil. Sin embargo y pese a todo era su hermano y como tal se parecían en bastantes cosas. Con él le costaba más en aquel entonces llevarse mal que con su padre y solía acabar cediendo a sus intentos de mediar entre su padre y ella. Roxanne suspiró y se sentó junto a su hermano, todavía sin mirarle.
- ¿Por qué mamá nunca está conmigo? Íbamos a ir a comprar ropa y luego íbamos a ir a despedirte… - dijo con tono triste, el tono típico de los niños cuando no consigue algo que desea con ansia. – No es justo, tú te vas a ir a Hogwarts y yo voy a tener que quedarme aquí aguantando a Sean un año más… - Andrew conocía bien a su hermana, sabía que lo de la ropa y su madre no era lo que en realidad le había molestado, sino que quería ir también a Hogwarts, quería salir de la casa, era lo que había querido desde hacía tiempo.
- Mira Roxanne, vamos a quedar en una cosa, a ver qué te parece. – Andrew usó un tono cordial, como si fuese a proponerle un juego o un reto. Ese tono le sirvió para que Roxanne le mirase con interés. – durante todo este año te enviaré cartas contándote todo lo que veo por el castillo, así cuando vayas para el siguiente curso ya irás sabiendo las cosas que hay y puedes encontrarte. ¿Qué te parece? – la mirada de Roxanne parecía distinta en esos momentos, Andrew se había ganado su atención.
- ¿Y me dirás qué chicos guapos hay? – le preguntó ella, pregunta que sorprendió a Andrew.
- Bueno, eh… Sí, supongo que sí… - dijo sin saber qué contestar para dejar satisfecha a Roxanne, que empezó a reír, puesto que había preguntado eso para que, precisamente, Andrew se quedase así. – Que mala eres, hermanita… - dijo también riendo y se levantó. – Pero, Roxanne, a cambio prométeme que te vas a portar bien con papá este año, ¿vale? – el tono de Andrew se había tornado serio para decir esto. Roxanne se cruzó de brazos.
- ¿Si me porto bien me mandarás cosas de Hogwarts? – preguntó enfurruñada.
- Sí, lo prometo. – le contestó él, formando una sonrisa amable en su rostro.
- Bueno, pues… Lo intentaré… - contestó Roxanne como si fuese lo máximo que pudiese darle a su hermano en ese tema. Andrew le sonrió y se giró hacia la puerta.
- Ve preparándote, salimos hacia la estación en una hora. – dijo antes de salir de la habitación.

Roxanne, más animada, se levantó de la cama y fue hacia su armario. Pensaba comprarse algo animado con su madre para ir a despedir a su hermano. La ropa era lo único que le gustaba más en el mundo muggle que en el mundo de la magia, puesto que pensaba que era una moda demasiado anticuada. Puede que también fuese porque estaba más acostumbrada a ver gente vestida al estilo muggle, como lo hacía toda su familia. Se puso una camiseta de tirantes de color rojo y una falda de color negro que le llegaba por las rodillas. Se calzó y esperó dentro de la habitación a que le avisasen para irse. Sabía que a su padre no le iba a gustar la ropa que se había puesto, no le gustaba que vistiese así siendo tan pequeña, pero ella siempre hacía lo que quería, sobre todo si eso hacía molestar a su padre.

Le dedico esta publicación a Andi, autora de Bitacoreantes, ya que hoy es su 20º cumpleaños.
Roxanne es un personaje de un foro de rol que llevaba ella y es uno de mis favoritos, espero haber sabido llevarlo bien.
Felicidades, Andi, espero que te guste este humilde texto que te regalo. 

4 comentarios:

  1. Ahhhh que mona Roxanne :3 Aunque ya se ve ese carácter que tanto la caracteriza (?)
    El relato me gusta, está muy bien :3 Y por supuesto, Rox es genial jujuju
    Felicidades a Andi de nuevo xDD

    ¡Besos gigantes, María! :3

    ResponderEliminar
  2. Pues me ha encantado ver a Roxanne de pequeña :) Se empieza a ver que tiene mal genio, como dice María, y que tiene que salirse siempre con la suya. Ayyyy, y Andrew haciendo de hermanito responsable xDD Y, oh, PERO CÓMO SE VISTE CON UN TOP CON DIEZ AÑOS XDD

    En fin, felicidades de nuevo a Andi y genial el relato :)

    ¡Un abrrrrrrazo!

    ResponderEliminar
  3. Muy buena historia, Lord Black.
    Me gustan mucho los personajes de ambos hermanos, Andrew y Roxanne. Tu forma de describir las situaciones es muy realista, cosa que hace más facil a la imaginación visualizar la escena. Además, tienes una forma de expresión que hace que los lectores podamos adentrarnoa más en la historia.
    Un saludo, y sigue escribiendo, no lo dejes nunca, eres bueno.

    ResponderEliminar
  4. OYOYOYOYOYOYOYOOYOYOYOYYOYOYOYOYOYOOYOYOYOYOYOYOYOYOYOYOYOOYOYOYOYYOYOYOYOYOYOOYOYOYOYOYOYOYOYOYOYOYOOYOYOYOYYOYOYOYOYOYOOYOYOYOYOYOYOYOYOYOYOYOOYOYOYOYYOYOYOYOYOYOOYOYOYOYOYOYOYOYOYOYOYOOYOYOYOYYOYOYOYOYOYOOYOYOYOYOYOYOYOYOYOYOYOOYOYOYOYYOYOYOYOYOYOOYOYOYOYOYOYOYOYOYOYOYOOYOYOYOYYOYOYOYOYOYOOYOYOYOYOYOYOYOYOYOYOYOOYOYOYOYYOYOYOYOYOYO
    No me extraña, Roxanne es una fucker, como mola. Ya pensando en chicos, MALA (:juju:)Tengo ganas de ver cuando se encuentren nuestros amantes *^*

    ResponderEliminar