- Preparada para la hora de historia, ¿no? – le preguntó Leo cuando se
sentó en su sitio. – Es la peor asignatura con diferencia. – Miraba a Laura
retándola con su sonrisa, Laura no pudo evitar sonreírle de vuelta.
- ¿No te gusta historia? – preguntó ella simulando estar sorprendida. –
Con lo que mola saber lo que hicieron nuestros antepasados… - frunció el ceño
ante su propia frase. – Ha sonado más sarcástico de lo que esperaba, en
realidad me encanta la asignatura. – Se quedó mirando los ojos de su compañero.
- No, no es por eso, es porque…
En ese momento la puerta de la clase se abrió y Leo se quedó
completamente callado, mirando al frente. Parecía temer al profesor. Éste
parecía un sargento. Tenía el pelo cano y rapado, un gesto serio en su rostro,
tan serio que parecía no haber sonreído en años. Parecía mantenerse en forma,
además. Vestía con un traje negro y corbata. La clase, que había estado
alborotada hacia un instante, se había quedado completamente callada y miraba
al profesor de forma expectante. Miró a sus alumnos como si estuviese
estudiándoles hasta que su mirada se fijó en Laura.
- Laura Sánchez, ¿verdad? – preguntó el profesor. El tono de su voz
era grave y autoritario, Laura podía entender por qué los alumnos parecían
temerle. Se limitó a asentir. – bien, ya me han contado. – Su tono parecía
haberse suavizado, por lo que Laura se tranquilizó ligeramente. – No te creas
que voy a sentir lástima porque tus padres muriesen o por los problemas que
hayan tenido las otras familias con las que has estado. Aquí has venido a
aprender como cualquier otro alumno más y no voy a consentir, ni facilitar
peloteos de ningún tipo. – El profesor dejó de hablar, pero sus palabras
resonaban en la mente de Laura, quedándose grabadas a fuego en su cabeza. Se había
quedado blanca mirando al profesor, con la boca abierta y sin saber qué decir.
Sentía que sus ojos se llenaban de lágrimas. Un murmullo recorría la clase
desaprobando las palabras del profesor y todos miraban a Laura en ese momento,
queriendo ver cómo reaccionaba. Una sonrisa de suficiencia se dibujó en el
rostro del profesor al ver que había conseguido su objetivo. Se puso mirando al
resto de la clase para empezar con su lección.
Laura sintió una mano sobre su espalda, un tacto cálido sobre ésta que
contrastaba con el frío que sentía en su interior. Giró su rostro y vio que era
Leo el que intentaba reconfortarla después de ese duro golpe. El chico le
mostró su sonrisa, a lo que ella sólo respondió con un tímido gracias, aún estaba sin saber qué decir.
Siguió la clase y Laura no pudo concentrarse en toda la hora, seguía
dándole vueltas a lo que el profesor le había dicho. Estuvo dibujando en un
papel todo el rato, intentando distraer su mente de todas las imágenes que le
venían a la cabeza. Los policías que vinieron a su casa a darle la noticia, el
tener que irse a aquel orfanato, el resto de su infancia… No fue nada fácil,
pero supo seguir adelante y estaba segura de que ésta iba a ser la familia
definitiva, al menos había empezado bien.
La hora terminó y ella suspiró, enjugándose las pocas lágrimas que aún
le caían. Había pasado mucho tiempo, pero aún no había superado las muertes de
sus padres y que el profesor lo hubiese soltado en medio de clase de forma tan
repentina le había pillado por sorpresa. Cogió su mochila y se levantó de su
sitio saliendo lo más rápido posible de clase. Notaba que alguien le seguía y
cuando atravesó la puerta sintió que un brazo tiraba del suyo. Al girarse vio
los azules ojos de Leo justo frente a los suyos. Se quedó mirándolos durante un
instante.
- ¿Estás bien, Laura? – le preguntó con un tono notablemente
preocupado. – No debió decir aquello…
- No, eh… No sé… - la chica hablaba con nerviosismo; nervios que eran
mezcla del estado anímico en el que se encontraban y los ojos del chico
mirándole tan de cerca. Él lo notó y pasó uno de sus brazos tras su cintura
acercándola a él para abrazarla. Ella hizo lo propio. Cerró los ojos y aspiró
su olor, olía realmente bien.
- Vamos, te acompañaré a casa.
Fmemdddmdkedjdsfddsjd Leo *-* Es un encanto, ya tengo ganas de saber lo que pasará con ellos dos jujuju Esta capítulo está guay, menos por el profe de historia, que me da miedo e.e En serio, pobre Laura xD
ResponderEliminarDdjddjdddjsss quiero saber lo que pasará en el siguiente caaaaapítulo.
¡besos gigantes, María! :3