- ¿Y qué te parece? - preguntó Lyenna apoyando su mano izquierda en la
derecha de Shander.
- Es muy... Azul. - respondió él, lo que provocó las risas de la otra
chica que les acompañaba.
Margot había sido la mejor amiga de Lyenna desde que ésta podía
recordar y, por lo tanto, ahora era parte del grupo de Lyenna y Shander. Tenía
un ondulado pelo castaño oscuro, con piel morena y ojos claros.
- Desde luego a ti no te dieron el poder de la palabra acompañando al
fuego, eh. - dijo Margot, con gesto burlón, ganándose una mirada de reproche de
Lyenna y una de ira de Shander. Margot era una Terra, dominaba la tierra, las plantas. Era algo que siempre había
maravillado a Lyenna.
- Joder, Margot, ya has jodido el momento, con lo bonito que les
estaba quedando, ¿no te daban ganas de coger un pincel y pintarlos? - añadió
Aryon con tono jocoso. Tuvo que esquivar una bola de fuego después de eso.
Lyenna había propuesto unos días atrás viajar todos juntos a la Ciudad
del Agua, aprovechando que tenía que ir con su padre a hacer unos papeleos de
algo que no quería decir a los demás -pero que todos creían saber-. Pese a
haberse ido a Ignia muchos años atrás, todavía poseían una casa en su ciudad
natal, ya que su padre solía visitar la ciudad por su trabajo.
- ¿Parte de vuestro plan en este viaje era venir a joderme? - preguntó
Shander, que quería hacerse el enfadado, pero una ligera sonrisa que aparecía
en sus labios delataba la verdad.
- Oh, sí, todo en nuestra vida gira alrededor de ti, nuestro Señor del
Fuego. - respondió Aryon, añadiéndole unas reverencias al final de la frase,
reverencias a las que se sumó Margot. Lyenna, por su parte, no pudo evitar
reírse.
- ¿Tú también? - le preguntó él, Lyenna se encogió de hombros.
- ¿Qué quieres que te diga? Aryon cuando quiere sabe ser gracioso. - Dice
mirando a Shander y señalando al Ventus
con el pulgar. - Lástima que sólo lo sea cuando Margot está cerca. - La risa de
Shander fue tan automática como el enrojecimiento de la cara de Aryon. Lyenna
no solía entrar en estos juegos de coñas sanas entre ellos, pero cuando entraba
sabía dónde tocar para quedar por encima. Ni siquiera en esto Lyenna se dejaba
ganar.
- Yo no... - Empezó a decir Aryon, visiblemente nervioso. Pocas veces
se le veía perder los papeles, pues solía ser bastante calculador y solía ser
siempre el que estaba más tranquilo, el que pensaba las cosas, el que mantenía
al resto con los pies en la tierra. Por eso los otros tres estaban riéndose en
aquel momento, era difícil ver a Aryon bloquearse ante cualquier situación. -
Que soy gracioso muchas veces, ¡pregúntale a Shander! - le señaló con la mano.
- A mí no me preguntes. - dijo el pelirrojo, alzando las manos. - No voy
a mentir por ti. - se encogió de hombros y rió de forma burlona, cosa que las
dos chicas acompañaron.
- ¡Que los Cuatro se os lleven! - exclamó Aryon en voz alta, haciendo
que la gente que pasaba junto a ellos por el paseo se girase para ver quién
había dicho eso. Cosa que puso a Aryon aún más rojo. Cosa que, a su vez, los
otros tres se riesen aún más. Al final, Aryon tampoco pudo hacer otra cosa que
reír.
- Si no os quisiese tanto, no sé cómo os soportaría. - Confesó el
chico apoyándose en la barandilla junto a Shander. Volvieron a mirar hacia el
gran lago que se encontraba frente a ellos. Lyenna y Shander volvieron a darse
la vuelta y Margot se colocó junto a Lyenna. Dos grandes amistades que se
unieron a través de una tercera para crear un grupo de amigos irrepetible.
- Si no te quisiésemos tanto, - comenzó a decir Shander, agarrando a
su amigo por los hombros. - No te haríamos tantas putadas.
Me encantan los relatos en los que no pasa nada. En serio, lo mejor que hay cuando tienes unos personajes a los que conoces tan bien es simplemente dejar que sean ellos mismos por un tiempo, que disfruten de la calma.
ResponderEliminarMe los imagino como un grupo de amigos normales y corrientes y se me pone una sonrisa en la cara, esperemos que se lo pasen bien de viaje jajaja.